12/9/12

Adam's Fallacy – la Falacia de Adam Smith – Sistemas y Libertad


Acabo de leer un libro muy interesante y que recomiendo a cualquiera que lea inglés y tenga interés en ir más allá de los dogmas y atrincheramientos del debate sobre la ascendencia de las ideas neo liberales en la vida actual. Escrito por Duncan Foley, el libro se titula “Adam's Fallacy – a guide to economic theology” (“la Falacia de Adam – una guía a la teología económica”). Viene a ser lo que anuncia en la contraportada “una guía a las económicas para las personas inteligentes” (y no duchas se entiende).
Pretende explicar las ideas centrales de los grandes economistas desde Adam Smith (el de la mentada falacia) pasando por Ricardo, Malthus, Marx, Schumpeter, los Marginalistas, los Neoclásicos, Thorsten Veblen, John Maynard Keynes y Friedrich Hayek y algunos más.

Lo que distingue el libro de un curso básico pre-universitario, al margen de lo vivo y claro del estilo es, por una parte, el propio cuestionamiento de la falacia de Adam Smith, la noción de la “mano invisible” operando a favor del beneficio de la sociedad en general si cada persona persigue maximizar sus intereses propios. La noción de que la máxima acumulación de riqueza individual pudiera ser no solo compatible con una vida moralmente aceptable sino constituir en si misma la mejor vía posible al bienestar social resultaba muy convincente y, cómo no, reconfortante para los proto industrialistas del imperio británico criados en una tradición fuertemente religiosa. Reconfortante pero falaz.

10/7/12

¿Complicar las Cosas Innecesariamente?


El otro día tuve ocasión de cruzar comentarios en un foro de PNL con alguien que afirmaba haber realizado 400 horas de DBM y que “en su experiencia” la DBM “complicaba las cosas innecesariamente” y “aportaba pocas herramientas”.

Más allá de la absurda y evidente falsedad de su afirmación (ya que al mismo tiempo reconoció no conocer a John McWhirter, lo cual no deja de ser curioso ya que la única manera de hacer formación en DBM es con el tal McWhirter pero pase..) más allá de ello está la cuestión de que si DBM “complica las cosas innecesariamente” o “aporta pocas herramientas”.

En el primer caso la DBM es, entre otras cosas y siempre según mi entender (y experiencia), una metodología de modelado descriptiva. Como tal, lo que plantea y persigue es identificar, distinguir y describir los proceso únicos como lo que son: únicos. Más sencillo que eso es bastante difícil. Y precisamente una ventaja que tiene una aproximación descriptiva sobre una teoría o aproximación interpretativa es esa – la sencillez. DBM no complica las cosas ni necesaria ni innecesariamente es que no las complica sin más.

Otro tema es que DBM permite representar y seguir la pista de cosas complejas sin distorsión y sin la necesidad de simplificarlas. Esto es para mi lo más alucinante de la metodología. La simplificación siempre

29/5/12

Distinción, Forma y "Revés" - Nace una Nueva Distinción


Uno de los usos de DBM ® es para crear distinciones. Esto es básico. Spencer Brown en su libro “Las Leyes de la Forma” (The Laws of Form) parte de esta cuestión. Su idea es que trazar o establecer distinciones es la base de toda forma. Cito del blog de Jordi Claramonte

. G. Spencer Brown en 1969 ….que ahora estamos traduciendo al castellano ….. empieza planteando que toda forma surge del establecimiento de una distinción, de un gesto que establece un dentro, un afuera y unos márgenes. En ese sentido, dice Spencer Brown, la forma en tanto distinción es la continencia perfecta.

Drawing a distinction” - establecer una distinción - es la base de la forma. Establece un dentro un afuera y unos margenes. El símbolo (véase la ilustración) conocido como la “cruz” o la “marca” indica la capacidad de diferenciar un “esto” de “todo lo demás”.
Entre otras cosas, esto quiere decir que cuando aprendemos el sabor de frambuesa o la configuración visual de un cuadrado llegamos a disponer de un “esto” que podemos diferenciar de cualquier otro sabor en un caso o experiencia visual en el otro. Y es más, lo podemos utilizar como base estable para notar elementos de “frambuesa” en el sorbo de vino que tomemos o la cuadratura (o falta de ella) en los objetos que observamos.
Esto no es un fenómeno recóndito reservado a los libros filosófico-matemáticos y las especulaciones intelectuales de sobre mesa. Es algo básico en la vida humana. Todos hacemos uso de ello constantemente al distinguir e identificar las cosas. Todos hemos trazado distinciones – especialmente como niños - y lo seguimos haciendo cuandoquiera que aprendemos algo nuevo.